No todo el mundo tiene el privilegio de vivir 100 años, y para la familia Mordán Brea en Ocoa ha sido una bendición poder celebrar el centenario de la Sra. Persilia Oliva Brea (Doña Niña), a quien este domingo 13 de octubre del 2013 le organizaron una fiesta en compañía de sus familiares y amigos cercanos para festejar la vida, sobretodo una vida buena que ha cosechado sus frutos a través de sus hijas e hijo, además de los nietos y bisnietos. Doña Niña, como es conocida, estuvo feliz de compartir este momento con sus seres queridos que les cantaron por centésima vez, cumpleaños feliz.
Doña Niña creó un hijo y nueve hijas; Rafael, Argentina, Miriam, Aldalgisa, Minerva, Ivelisse, Sonia, Marinelis y Mary Mordán Brea, además su hija mayor conocida como Negra Arias Brea, quienes estuvieron presentes en este día especial acompañando a su madre en sus 100 años cumplidos. Para la ocasión, los hijos usaron una camiseta con un número en el orden que nacieron del 1 al 10, mientras que la festejada usó el cero.
Las estadísticas dicen que es mucho mayor la cantidad de mujeres que viven más de 100 años que los hombres de esa privilegiada generación. Muchas personas desearían llegar a cumplir los 80 años, pero el ritmo de vida actual y el tipo de alimentación le dan a las dominicanas un promedio de vida de 72 años, mientras que a los dominicanos un promedio de 65 años. Cuando vemos casos como el de Doña Niña, es para estar feliz y conforme con la bendición que Dios le ha regalado, lo que es motivo de más para celebrar la vida.
No sólo son 100 años de vida, sino de una vida viendo a sus hijos desarrollarse y lograr sus sueños, pero también a sus nietos. En esta larga vida desde 1913, son muchas las historias que se han vivido, muchos presidentes y hasta una tiranía. Ver los tiempos cambiar, los avances y las generaciones crecer; cuantas veces le ha tocado llorar y cuantas veces reír, pero al final del día te das cuenta de lo afortunada que son, que el tiempo ha pasado y siempre habrá más motivos para reír, vivir en paz, conformes y dar gracias a Dios por todo. Cuando la niñez es encantadora, la adolescencia llena de ilusiones, la adultez de compromiso pleno y una vejez de paz y satisfecha de todo lo vivido, podemos estar conformes y bendecidos. FELIZ CENTENARIO DOÑA NIÑA!!!
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