En muchos países del mundo las peleas de gallos es ilegal, pero en República Dominicana es un deporte regulado por el Ministerio de Deportes en galleras, donde se hacen apuestas verbales que son respetadas más que cualquier ticket. En Ocoa existen varias galleras distribuidas por pueblos, pero además es común encontrarse con peleas de gallos clandestinas en cualquier patio, pero sin ninguna regulación. Los que participan de estas peleas, le gritan a los gallos por sentirse bien, pues no pueden pretender que el gallo los escuche.
Muchos entienden que ésto no debe ser un deporte, a pesar de que la actividad data de muchos años de historia, pero entienden que es un salvajismo o brutalidad. Mayormente el público es masculino y se ve muy pocas mujeres en esta actividad, sobretodo de manera clandestina o al aire libre. Dicen que la palabra de un gallero vale más que cualquier firma o comprobante, pues en medio de las peleas y los gritos hacen apuestas que quedan selladas con un simple "van", que es suficiente para que sea respetada la palabra, en éste, que es denominando el deporte de las espuelas.
La bulla en una pelea de gallos se escucha desde el inicio hasta el final, por eso en muchos escenario en que mucha gente habla a la vez se dice que parece una gallera. Las peleas de gallos callejeras o clandestinas tienen todo tipo de público que le llama la atención, incluyendo niños, por lo que no es una gran idea, además de que no están reguladas y puede traer problemas entre los presentes. En Ocoa no es difícil encontrar este tipo de peleas clandestinas, sobretodo en los campos, pero no encuentran multas y más bien pasan como algo normal. Tradición, cultura, deporte, salvajismo, brutalidad o abuso, siempre serán las palabras que estarán presentes en este tipo de actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario