Por años, la zona del parque en la calle San José en el municipio cabecera de Ocoa ha sido escenario abierto de para compartir, divertirse y un respiro los fines de semana a las ocupaciones del día a día, donde se convierte en una especie de fiesta al aire libre, incluso la Alcaldía Municipal tiene una resolución que ordena el cierre de ese tramo de la calle de viernes a domingo para una mejor velada. Tres negocios de venta de bebidas dan vida al tramo de calle en esas tres noches, pero recientemente fueron cerrados e incautados los equipos de música por supuestas quejas, por lo que las últimas dos semanas este lugar ha dejado de recibir visitantes y ha tenido una pérdida económica de los respectivos negocios.
Esos negocios que han estado operando limitados por la ley que regula el horario de ventas de bebidas, pagan altas facturas eléctricas, impuestos y emplean a ciudadanos, ahora reciben este duro golpe que los trata como delincuentes, cosa que no se hace con los que realmente están haciendo daño a la sociedad y que no es culpa de esos negocios ni de quienes salen a divertirse al parque, que es la plaza de reunión de todos. Claro, aquí llega de todo, pero los malos son los menos. Ciertamente todo el mundo tiene derecho a divertirse, aunque sin perjudicar a nadie, por lo que, si el problema es el alto volumen de la música, lo ideal es regular eso a los negocios, pero casi siempre son vehículos que llegan y se parquean con "musicones" que despiertan a un muerto.
Estos negocios no le pueden salir con "cuentos" a las grandes compañías de cerveza que le venden a crédito para que cada lunes se le pague su factura, pero eso es problema de los dueños de negocio. El real problema es que se pueden perder empleos de gente que mantiene su familia de esos negocios, sobretodo en un pueblo con poca fuente de empleo, también ahuyenta a muchos visitantes que eligen Ocoa como destino y saben que ésta, queramos o no, es la principal atracción por las noches. Algunos alegan que no van al parque con sus familias por el ambiente que se origina esas noches, pero sucede que el parque es muy grande y la zona de negocios es sólo un tramo, por lo que tienen tres cuadras para disfrutar y el centro del parque también, lo que pasa es que esos mismos van al parque cuando hay mucha gente y les gusta esa parte donde están los negocios, jugando a la doble moral.
Los tiempos han cambiado y hay gente que se ha quedado en los años 70's y 80's, sin ajustarse a los cambios. Lo que verdaderamente tienen que regularle a esos negocios es la venta de alcohol a menores y a mantener un volumen prudente de la música, pero no el derecho abrir sus puertas. A las autoridades reguladoras que guarden energía y las concentren en tomar medidas reales de combate a la delincuencia, pues mientras oprimen esos negocios, hay malhechores haciendo daño por las calles. De igual manera la gente busca otras opciones y ha sido evidente como Sabana Larga, municipio más cercano, ha recibido los beneficios, pues parece ser que en esa jurisdicción los negocios no molestan. Hay que tener mucho cuidado con ésto, pues porque usted sea aburrido no se puede matar la alegría de un pueblo, mucho menos calificar el espacio de diversión como un circo, cuando los que hacen circo son los gobiernos y medios de comunicación local plagados y pagados para disimular los males que nos aquejan. Aquí se trata de gente que busca un porvenir a través del negocio y que generan empleos directos e indirectos, además de los negocios de comida rápida que han visto reducida sus ventas.
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