A principio de octubre del 2013 se realizó en Ocoa la graduación supuestamente de 450 jóvenes nuevos técnicos en Turismo, Comunicación Social, Secretariado Ejecutivo, Informática, Administración de Empresas, Mercadeo y Contabilidad, Técnicas Agrícolas y Manejo de Invernaderos, y Caja Comercial Computarizada, con becas patrocinadas por el Ministerio de la Juventud. Se ven muy bonitos todos con togas y birretes, pero es claro que la mayor finalidad del acto es el clientelismo, y no necesariamente porque se haya cumplido una meta de jóvenes preparados para insertarse en el mercado laboral, pues no pueden engañar la inteligencia de mucha gente y decirnos que en 4 meses (48 horas de clases), esos 450 jóvenes son técnicos en esas ramas. El conocimiento nunca está demás y todo lo que les vayan a dar gratis a los jóvenes siempre será bienvenido, pero no es cierto que eso es lo que quieren, porque es preferible 100 jóvenes cursando una verdadera carrera técnica con mayor tiempo de clases recibida y no 450 jóvenes aprendiendo solo nociones (pinceladas) de esos diversos cursos.
En 4 meses (48 horas de clases) se hacen cursos y no un nivel técnico vocacional en alguna área determinada. Se pueden realizar cursos para beneficiar a los jóvenes y mantenerlos activos en su desarrollo, pero decirles que son técnicos en Comunicación Social, en Turismo, en Administración de Empresas; eso es una burla y engañarse ellos mismos. Cuando se hace un curso de horas, lo que se entrega es un certificado y no hay necesidad de hacer este tipo de graduaciones masivas presentando a los jóvenes como técnicos, donde se contrata una empresa para las fotografías y alquiler de togas y birretes, cosa que solo se ve cuando hay una intensión de justificar la "inversión" y por clientelismo. En los últimos tiempos en Ocoa se promueven cursos y diplomados de corta duración donde gradúan a los participantes con sus togas, algo que trae en el paquete un negocio, y hacen un "espectáculo" para la prensa, misma que se los celebra, los brinca y los salta sin ver más allá de sus narices. También hay que revisar los que imparten esos cursos, pues muchos ni siquiera saben aplicar la carrera y andan queriendo enseñar a otros. Se entiende, se ve y se escucha bonito 450 técnicos graduados, pero cuando vamos al fondo lo que encontramos es un vacío en una serie de jóvenes con la intensión de desarrollarse y por otro lado quienes sólo ven su beneficio personal. Si el Ministerio de la Juventud verdaderamente tiene la intensión de formar jóvenes, debe dirigir esa inversión a prepararlos con criterio, para sacar lo mejor de ellos y tener un resultado que valga la pena, no carreras técnicas estériles, sólo para hacer gala y dar una cifra de graduados y becados, cuando los "becados" son otros.
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